Si eres de las personas que va por la vida distraída, despistada, desorientada…
si te pasa que muchas veces no eres consciente de lo que ocurre a tu alrededor, no debes preocuparte. Ahora, un estudio científico determina que lo más probable es que seas más inteligente que los demás, porque tu cerebro solo retiene la información que considera más importante
Cuando se habla de la memoria, la idea predominante en el campo de la neurobiología es que recordar la información es lo más importante. Sin embargo, la capacidad de olvidar determinada información puede ser igual de importante.
La buena memoria siempre ha estado asociada a la inteligencia, pero una vez más, la ciencia ha venido a desmontar un mito demostrando que olvidar cosas te puede hacer más inteligente.
Una reciente investigación (https://www.utoronto.ca/news/why-forgetting-really-important-memory-u-t-research ) llevada a cabo por la Universidad de Toronto y publicado por la revista Neuron (https://www.cell.com/neuron/fulltext/S0896-6273(17)30365-3 ) ha demostrado que las personas despistadas, olvidadizas, tienden a ser más inteligentes.
El estudio sobre el olvido
La finalidad de la memoria no es almacenar información como hace el disco duro de un ordenador, sino retener la información que es relevante para aprender nuevas cosas o para salvaguardarnos de futuros peligros.
En el estudio se han centrado en lo que los expertos conocen como transitoriedad, que son los mecanismos del cerebro que están implicados en el olvido. Es fundamental que el cerebro pueda olvidar los datos irrelevantes, para poder centrarse en la información que nos va a ayudar en la toma de decisiones.
Esto me recuerda al concepto de coaching que habla de olvidar lo aprendido para re-aprender mejor lo nuevo.
Durante la investigación se hicieron diferentes pruebas con ratones en las que comprobó que a medida que se generan nuevas células cerebrales en la región asociada al aprendizaje, el hipocampo, se crean también nuevas conexiones que se sobreponen a los recuerdos anteriores, haciendo con el tiempo más difícil el acceso a ellos.
Esto supone un adelanto a nivel evolutivo debido a que el cerebro sustituye los recuerdos obsoletos por los nuevos recuerdos, evitando así que puedan resultar en el algún momento contradictorios para la toma de decisiones.
El propósito final de la memoria es optimizar la toma de decisiones
La investigación ha concluido que las personas que tienden a ser más despistadas y olvidadizas, disponen de una mayor capacidad de prescindir de los datos triviales para quedarse con lo más importante.
Según la investigación las personas distraídas no destacan por tener un alto coeficiente intelectual sino que tienen un proceso de atención distinto del habitual, es decir, que se guían más por sus motivaciones e intereses, desechando la información que no les importa.
Esta cualidad no está directamente relacionada con la inteligencia global, ya que nuestro cerebro no tiene que borrar información para poder almacenar más, pero sí tiene que seleccionar y organizar esa nueva información. La memoria, como sistema activo, depende de procesos de atención, interés, necesidad… y en última instancia depende de la selección.
En este estudio es importante el concepto de regularización. Este concepto alude al hecho de que nuestro mundo cambia de forma constante, y la información se queda obsoleta cada vez más rápido; por lo que ante la acumulación de grandes cantidades de datos, es necesario realizar generalizaciones olvidando ciertos detalles para favorecer la información importante.
La inteligencia, el rendimiento de la inteligencia y la personalidad
También es necesario decir que aunque el estudio concluye que las personas despistadas tienden a ser más inteligentes, esto no tiene porqué ser siempre así. De hecho, puede ocurrir que una persona con un alto coeficiente de inteligencia, tiene muy poco rendimiento de su capacidad intelectual.
Un ejemplo exagerado de la psiquiatra Cristina Hernández nos sirve para explicar esto: un músico tocando con su orquesta y alguien entra tarde en la sala. Si el músico no se desconcentra y continúa tocando su instrumento, está utilizando su inteligencia con un alto grado de rendimiento. Pero si se produce un incendio, y el músico continúa tocando, no podemos decir que este destaque por su inteligencia ni por su capacidad de adaptación.
Por último, la personalidad y el carácter de una persona también tiene que ver mucho con ser despistado; por ejemplo, hay personas que son olvidadizas porque tiene una personalidad impulsiva y toman decisiones contrarias porque son poco adaptativos. Otros pueden ser incapaces de ser flexibles a ciertos estímulos porque tienen una personalidad muy rígida. y un largo etc de tipos de personalidad que no están directamente vinculados con la idea estudiada en el artículo.
Es decir, que el post nos habla de una situación que no hay que tomar al pie de la letra. Tenemos la responsabilidad de apreciar y asumir de forma individual, cuál de las situaciones se asemeja más a nuestros tics de tendencia olvidadiza.
¿Qué te ha parecido el artículo? ¿Qué piensas sobre esta noticia? ¿Eres de las personas olvidadizas por pereza o porque realmente sabes lo que te conviene? Cuéntamelo en los comentarios, que me encantará leerte. 😉
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