El Sábado pasado hicimos nuestro primer seminario online en directo en este año 2015.
594 personas han participado en vivo y después de una hora y media de seminario, hemos estado otra hora y media para contestar preguntas. Mi equipo de atención al cliente ha recibido muchos emails de personas que han escrito manifestando el interés que tenían en participar pero que, por cuestiones ajenas, no pudieron hacerlo.
Por ello, he decidido compartir un poco de lo que enseñamos este sábado en nuestro seminario y quizás hagamos próximamente otra sesión en directo. Los participantes, además de llevarse unas cuantas sorpresas, aprendieron que el principio fundamental de la Lectura Ágil es leer y aprender más en menos tiempo.
El conocimiento es poder y la clave para progresar y prosperar en todas las áreas de la vida es la habilidad de absorber, entender y retener la información rápidamente. La mejor manera de adquirir esta información hoy en día, a pesar de todos los métodos que tenemos y el avance de la tecnología, sigue siendo leer. Tanto en papel como en pantalla.
El funcionamiento de la Lectura Ágil es muy sencillo:
Se trata de ir mejorando cada uno de los aspectos que intervienen en la lectura para así ganar velocidad, ser capaz de comprender mejor el texto y de memorizarlo de manera que esté disponible cuando lo necesites.
El funcionamiento se basa principalmente en dos aspectos, el primer aspecto es el entrenamiento de la capacidad para interpretar los símbolos mediante la vista: fijación, amplitud visual, forma de afrontar los textos y la forma en que distinguimos cada uno de los símbolos.
El segundo aspecto es el entrenamiento cerebral: tratamos de entrenar el cerebro para comprender mucho más rápido. Esto se consigue eliminando pasos innecesarios para la lectura y así liberar energía mental para la comprensión, síntesis y memorización de los textos.
Nuestros ojos se mueven mediante músculos y como cualquier otro músculo de nuestro cuerpo deberían tener un proceso de calentamiento y de adaptación antes de iniciar una sesión de lectura, igual que hacen los atletas o deportistas, que los vemos calentar antes de hacer cualquier ejercicio físico.
Sabiendo esto, la parte práctica del seminario la dedicamos al calentamiento de nuestros ojos y al entrenamiento de nuestro cerebro.
Nuestro ejercicio de calentamiento consiste en utilizar una guía (lápiz o dedo) que nos marque el punto en el que estamos leyendo y pasarlo por debajo de cada línea lo más rápido posible y seguir con los ojos. En este ejercicio no procuramos comprender los textos, sino solamente mover los ojos rápidadamente para que vayan alcanzando un tono muscular que nos permita leer mucho más deprisa.
Es un ejercicio que, por sí mismo, ya nos incrementa la velocidad de lectura en un porcentaje bastante alto. Antes de cada sesión de lectura, sobre todo antes de sesiones largas, calienta tus músculos oculares de esta manera durante 5 minutos.
En el seminario, antes de nada, realizamos un pequeño test para intentar averiguar cuántas líneas eran capaces de leer nuestros participantes durante un minuto y se les pidió anotar el número de líneas alcanzadas. Seguidamente, durante un minuto más, realizamos el ejercicio de calentamiento, para luego los tres minutos siguientes dedicarlos al “Entrenamiento Ágil”, forzando a nuestro cerebro a leer más rápido cada vez.
Al final hicimos otro test de velocidad para comparar los resultados.
Estos fueron algunos comentarios de nuestros participantes en el chat:
V.: Wow… Dupliqué mi número respecto del anterior.
J.M.: 33 líneas aumenté!! Antes hice 21 wowww!!!
G.M.: Antes hice 15 líneas, ahora hice 25 se amplió la diferencia.
E.R.: Comencé con 33 líneas y terminé ahora con 49!!!
D.P.: 39 líneas, me encanta!!! Es práctica y constancia.
B.G.: Excelente ejercicio. Felipe y su equipo, gracias.
Además, realizamos un pequeño ejercicio para aprender a controlar la voz interior. Nos referimos a esa pequeña vocecilla que recita la lectura en nuestro cerebro y consume nuestra energía mental a la vez que limita nuestra velocidad de lectura a la velocidad del habla.
Para controlar la voz interna, primero debemos ser conscientes de ella. Un ejercicio para ganar conciencia de esta voz interna, es tomar un texto durante unos minutos e intentar contar al mismo tiempo que leemos. Por ejemplo, podemos contar 1, 2, 3, 4; mientras estamos leyendo. Los primeros minutos realizamos la cuenta en voz alta y después con la voz mental.
El control de la voz interna es la parte más laborosa en el aprendizaje de lectura ágil. En nuestro curso primero doblamos la velocidad de lectura con técnicas más sencillas y después dedicamos tres semanas al control de la voz interna.
Por ello, la primera vez que se realiza este ejercicio puede causar confusión y pérdida de la comprensión lectora. Pero si lo realizas durante unos días, cinco minutos al día, ya verás los resultados.
En realidad, estaba un poco nervioso porque era el primer seminario en directo que realizaba este año, pero ha sido muy gratificante ver tantos comentarios positivos lo que me motiva a continuar con mi labor.
Agradezco a todos los participantes por su tiempo e interés en Lectura Ágil.
Os dejo con algunas líneas más del chat de nuestro seminario:
E.L.: Me encantó el Seminario, súper interesante y entretenido. Muchas gracias a Felipe y a su equipo.
L.S.: GRACIAS, ME DA MUCHA ALEGRÍA ESTE ESPACIO ME HA ESTIMULADO PARA PODER SEGUIR TRABAJANDO EN EL CORTO Y MEDIANO PLAZO.
H.G.: TODO ESTO ESTÁ MUY INTERESANTE, SERÍA EXCELENTE PROGRAMAR MÁS SEMINARIOS POR FAVOR, FELIPE. GRACIAS.
Te invito a practicar los pequeños ejercicios que te propongo en este breve resumen.
Por favor, dime en los comentarios qué te ha parecido y si estás interesado/a en que hagamos más de estos seminarios en el futuro.
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