¿Tienes que leer todas las letras para comprender un texto? ¿Comprendes mejor si lees más despacio? En este artículo desmantelamos cinco grandes mitos de la lectura rápida. Entender esto te ayudará a leer y comprender más información en menos tiempo.
Algunas personas parecen ser lectores rápidos naturales, mientras que otros tropiezan y necesitan mucho más tiempo para leer y estudiar la misma información.
¿Te has detenido a pensar por qué algunas personas leen más rápido que los demás y sin embargo parecen comprender más?
Vamos a examinar y poner a descansar los comunes mitos que rodean el concepto de la lectura rápida. Verás que es posible mejorar tu velocidad de lectura, la comprensión y la retención de la lectura, una vez revisemos estos comunes y erróneos conceptos.
Mito #1: Leer cada letra = Mejor lector
Algunas personas creen que los buenos lectores leen cada letra en una palabra, a fin de comprender lo que se lee. El siguiente artículo demuestra claramente que el cerebro puede descifrar fácilmente y comprender el mensaje del texto sin leer cada letra de una palabra. ¿Por qué? Debido a que nuestro cerebro está programado para buscar y entender el significado de lo que se lee en lugar de preocuparse por la colocación exacta de la letra en una palabra.
Fijarse en cada letra mientras se lee sólo sirve para reducir drásticamente la velocidad de lectura.
Entonces, ¡la lectura, con una buena comprensión es posible sin procesar cada letra!.
Sólo lee el artículo mal escrito de abajo.
Cuando hayas terminado, puedes leer el texto del lado derecho con la ortografía correcta.
Mito #2: Lectura lenta = Mejor comprensión
Otro mito común de la lectura rápida: “Es más fácil concentrarse en la lectura lenta”. En realidad, la concentración no es una cuestión de fuerza de voluntad, sino una cuestión de leer a la velocidad adecuada. Es difícil concentrarse cuando las cosas suceden más lentamente que la velocidad de tus pensamientos. Sería como ver una película en cámara lenta, se podría volver algo aburrido.
La primera imagen muestra cómo un lector sin la formación adecuada se detendrá en cada palabra. Después de una formación adecuada, los lectores ágiles son capaces de leer un texto en “grupos de palabras” lo que les permite leer más rápido y su fijación es menor durante la lectura. En la segunda imagen verás la dramática reducción de la fijación ocular si uno lee más de una palabra a la vez.
Mito #3: Lectura rápida = Baja comprensión
Muchos lectores creen que la lectura rápida reducirá significativamente su capacidad para comprender bien. La verdad es que una buena comprensión solo depende de si se puede extraer y conservar la información que se lee.
Algunas personas leen rápido y comprenden bien; otros leen despacio y comprenden mal. Lo que sí sabemos es que está comprobado científicamente que cuanta más información le demos a nuestro cerebro para que la procese, mayor será su concentración. Hacer forzar a nuestro cerebro a trabajar de esta forma, aumenta su capacidad de comprensión. Y si por el contrario, no lo forzamos, no le damos información para que la procese, se vuelve un poco monótono y no trabaja con eficacia.
Mito #4: Lectura lenta = Más placer
Algunos lectores sienten que sólo son capaces de disfrutar más del texto que están leyendo si leen despacio. ¡Todo lo contrario! La lectura rápida, eficaz y eficiente, permite trasladar las palabras de la página para crear una película en tu mente. Este concepto se llama lectura en imágenes cerebrales y una vez que lo hayas experimentado ya no querrás leer de forma tradicional.
El lector promedio lee entre 150 y 250 palabras por minuto, similar a la velocidad del habla, y vuelve a leer hasta el 67% de lo que lee para recuperar la comprensión. La lectura que es más lenta de lo que tu cerebro funciona, no es agradable.
Mito #5: Lectura rápida = Saltarse palabras
Otro error común es que ciertas palabras, por ejemplo: a, en, el, etc., están etiquetadas incorrectamente como no esenciales y se omiten para leer más rápido. ¡Esto no es verdad! Estas palabras son indispensables para entender lo que se lee.
El siguiente texto ilustra claramente cómo es imposible extraer el significado pretendido del texto mediante la exclusión de lo que se percibe, incorrectamente, palabras no esenciales. Cuando hayas “llenado los espacios en blanco”, mira la siguiente imagen para ver el texto real.
Espero que al comprender por qué estos mitos más extendidos de la lectura rápida están equivocados, te motives más a aprender las habilidades y los hábitos de los lectores ágiles.
Déjame un comentario y dime:
¿Cuál de los 5 mitos te ha parecido el más curioso?
¿Qué has aprendido?
Me encantaría saberlo.
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