Leer y comprender más rápido es algo que a todos nos gustaría.
Tener habilidades relacionadas con el aprendizaje eficiente son, sin duda alguna, una ventaja increíble para llevar a buen término todo tipo de proyectos personales y profesionales. Pero…
¿Por qué leemos lento?
La subvocalización, es uno de los hábitos más arraigados a nuestro sistema de aprendizaje.
Esto es debido a la formación académica tradicional, donde de pequeños, nos enseñan a leer enlazando sílaba tras sílaba para formar palabras entre consonante y vocal.
La necesidad de hacer sonar las letras en nuestra mente para entender cómo se conforma la lectura, por ejemplo: l-a se pronuncia “la”, ha hecho que nos hayamos quedado con el hábito para el resto de nuestra formación en la vida.
Por suerte, esto no tiene porqué ser así, y de hecho no debería serlo, pero mientras la atrasada formación tradicional se da cuenta de esto, y decide incluir en su programa de estudio, alguna de estas técnicas, tú puedes tomar medidas cuando quieras y aprender lectura rápida.
¿Cómo solucionar el problema de la subvocalización innecesaria?
Conociendo la técnica de la lectura fotográfica – o lectura en imágenes – y practicarla, hará que con el tiempo, domines este tipo de lectura a tu antojo.
Hoy quiero compartir contigo 3 ejercicios que te van a ayudar muchísimo a que esa situación mágica, en la que aprendes todo lo que lees a la primera, se haga realidad, y no solo puedes comprenderlo mejor, sino que además, puedes hacerlo más rápido.
Poniendo en práctica
El primer ejercicio pretende que diferencies de forma muy acusada el sonido de tu voz y la lectura que tienes delante.
Para ello, intenta leer este texto mientras cuentas en voz alta y despacio hasta 4.
Es sencillo y algo frustrante a la vez, porque prácticamente no entiendes nada, pero entender, no es el objetivo del ejercicio. 🙂
Cuenta, uno, dos, tres, cuatro… mientras lees:
El segundo ejercicio consiste en aprender a controlar tu voz interior. Para ello, trata de leer y comprender este texto, leyendo solo la primera sílaba de cada palabra (igual que el primer ejercicio, no te frustres si te haces un poco un lío):
El tercer y último ejercicio consiste en leer el siguiente texto de atrás hacia adelante, para evitar pronunciar las sílabas.
Cuando lo tengas, haz lo mismo con el siguiente texto, que está escrito correctamente y la idea es que tú, mentalmente le des la vuelta a las palabras.
¿Qué tal? estos 3 ejercicios, que entiendo que son difíciles, pero la práctica, garantiza una agudeza visual mucho más efectiva y una sorprendente habilidad para leer mucho más rápido cualquier texto que te propongas.
Espero que te haya servido.
Ah!! y no olvides dejarme un comentario, contándome qué te ha parecido y tus impresiones sobre ello.
Te mando un gran abrazo!! 😀
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