El Cisne Negro

¿Has oído hablar del cisne negro?

Hoy te traigo una recomendación para el momento que vivimos.

¿Crees que todo esto se podría haber evitado?

¿Una pandemia que viene con recesiones económicas y crisis globales y que de momento nos mantiene en un estado de alarma e incertidumbre total?

ESTE EVENTO SIN PRECEDENTES TIENE NOMBRE: Se llama Cisne Negro. Y hoy te cuento su historia y por qué deberías aprovechar esta crisis para conocer y ser MUY consciente de lo que significa.

Érase una vez…

Una exploración Británica todavía en épocas coloniales, rondaba las bahías de Australia a finales del siglo XVII cuando observaron por primera vez una especie de ave que parecía ser un cisne.

Hasta entonces, estas aves estudiadas por la biología del momento, describía los cisnes como aves de plumaje blanco. Asombrados por la sorpresa de la observación, decidieron capturar un buen número de estas aves negras y llevarlas al Reino Unido para su consiguiente estudio.

La noticia del desconocimiento por parte de la ciencia y su descubrimiento, se hizo eco a través de los medios de comunicación ingleses que fue curiosa y carismáticamente acogida entre la población. Este hecho derivó en un nuevo concepto o idea acerca de los sucesos imprevisibles: Los cisnes negros.

Así pues, un Cisne Negro se definió desde entonces como -un evento o suceso extremadamente raro o imprevisible para el ámbito en el que impactaba-.

Han pasado 3 siglos y un ensayista e intelectual llamado Nassim N. Taleb, publicó en 2007 este libro comparando, filosofando y creando analogías del concepto con todas las vicisitudes importantes que rigen al mundo en el que vivimos. La ciencia, la economía, la política, la historia, la tecnología…

Las características claves para entender el concepto son las siguientes:

• La probabilidad del suceso es extremadamente baja.
• El impacto del suceso en muy alto.
• Su predictibilidad es imposible hasta que ha sucedido (es decir, no se puede predecir)

Pero ¿por qué un cisne negro tiene tanto impacto y siempre estamos sometidos a él?

Algunos de los motivos más relevantes que cita el autor son:

• Inducción: creemos que todo seguirá de una determinada manera porque nos acostumbramos a vivir de esa determinada manera.
• La falacia narrativa: para ejemplificar esta idea de manera casi perfecta tenemos a los medios de comunicación y su impacto en la sociedad. Si trabajan una primera noticia, por ejemplo, sobre un virus con la capacidad de crear una pandemia mundial, y en lo sucesivo la perspectiva o enfoque de la noticia siempre tiene que ver con la actualización del número de afectados, las consecuencias económicas, sanitarias y laborales que tiene, nos vamos a creer sin ninguna duda, el panorama propuesto por dichas noticias y pensaremos, actuaremos y viviremos en consecuencia. Obviando cualquier otro suceso que pueda estar pasando en el mismo momento, sea o no, de más gravedad o importancia.

Pero un cisne negro no tiene porque ser un evento negativo. Según Taleb, los giros históricos más relevantes de la historia, los que producen cambios relevantes y dignos del crecimiento de la humanidad, son gracias a Cisnes Negros.

Sin bien las guerras, las pandemias o los accidentes a gran escala son, en principio, dramáticos y muy negativos, también hay eventos como los grandes descubrimientos tecnológicos o científicos, como Google o la Penicilina, que parecen haber ayudado en gran medida a que la humanidad siga medrando en el planeta.

Estos eventos también nos ocurren a nivel individual. En el momento en que inesperadamente recibes un trabajo que te ayuda a vivir mejor, te toca la lotería o recibes una noticia que no esperabas, ya sea positiva o negativa para ti.

En el libro ejemplifica muy bien cómo el ritmo de evolución que usamos para avanzar como sociedad lo marcan políticas basadas en estudios que usan datos del pasado, es decir, -estadística y probabilística basada en lo que ya ha sucedido-. Lo cual es un error, según el autor. En los mercados financieros se suele decir que la tendencia del pasado no garantiza nunca que vaya a suceder lo mismo en el futuro, sin embargo, se propone y utiliza a diario razonando que lo más probable es lo correcto.

Y esta idea que puede parecer certera y lógica, no tiene sentido en un mundo que cada vez evoca más incertidumbre, ya que si, por ejemplo, la economía real, la economía del pueblo, depende en primera instancia del mercado de valores, este es cada vez más peligroso por su elevada y creciente incertidumbre y complejidad.

En resumen, y el consejo que da este profundo, extenso e interesante libro, es que seamos plenamente conscientes de que la incertidumbre reina caprichosa por encima de la predictibilidad aunque esta sociedad se empeñe en hacernos creer que avanzamos sobre suelo seguro. Y ser conscientes de este hecho, nos hará personas más fuertes (Antifrágiles)* y preparadas para lo que pueda venir.