Ya hemos hablado en varias ocasiones de técnicas de lectura rápida y comprensión. En otro artículo también hemos hablado de las 4 claves para hacer una lectura rápida.
Hoy quiero darte 5 trucos rápidos que puedes usar desde ya mismo para, no solo incrementar tu velocidad de lectura y comprensión, sino para estudiar un libro de forma más ágil y organizada.
Las 5 claves para leer y comprender más rápido
- Realiza una prelectura del libro: revisa tu índice, mira títulos y subtítulos y comprende el orden que quiere transmitir el autor.
- Escanea las páginas por encima: abre el libro y ojéalo en una primera vez por encima. Busca contenido que te llame la atención y párate un momento a leer algo que te resulte interesante por mera curiosidad personal.
- Antes de nada, mira tus pensamientos: no se te ocurra empezar a leer si tienes cosas en la cabeza que te llevan a pensar en los siguiente que tienes que hacer o en preocupaciones del pasado que tienes que solucionar.
- Relájate y motívate: la velocidad y la comprensión son lo que te hará tener una buena técnica de estudio para leer, pero si no estás motivado y centrado, no serás capaz de mantenerte enfocado más de 5 minutos.
- Coge una guía para empezar tu lectura: usa un lápiz, un palillo, algo que te sirva de marcador para que tu lectura sea más eficiente y atenta.
Explicación de los tips para mantener la concentración
Mantener la concentración es absolutamente capital. Por ello vamos a incidir un poco más en los 5 hábitos que hemos descrito y la importancia capital de trabajarlo correctamente.
1. Realizar una prelectura.
Hacer una prelectura es literalmente hacer una comprensión previa de la estructura del libro. Y esto es esencial y muy pocas personas lo hacen bien. No se suele hacer bien porque parece “a simple idea” como algo de poca importancia, pero nada más lejos de la realidad si lo que quieres es aprender a leer rápido.
Entender la estructura del libro es comprender cómo lo ha resumido el autor. Mi recomendación, antes de nada, tener claro que entiendes este resumen.
2. Escanea las páginas.
Esto simplemente complementa el entendimiento del resumen del punto anterior. Se trata de leer por encima e intuitivamente lo que te llame más la atención, para descubrir en el libro lo que más te gusta. Hacer esto, además de completar la prelectura te motiva para leer el libro.
3. Mira tus pensamientos.
Tomar conciencia de dónde estás en estos momentos. Quizá no estás todo lo centrado que deberías, esto puede ser habitual y si el ruido mental es grande, te va a costar mucho tener la energía bien dirigida para la tarea de estudio o lectura. Meditar, vaciar la mente de pensamientos y dejar hueco para que aparezca la motivación por la lectura será clave para leer mucho más rápido.
4. Relájate y motívate.
Si el punto 2 complementa el 1, el punto 4 complementa el 3. Date unos minutos para liberarte de la presión que puedas sentir por trabajar en lo que estás haciendo. Esto no tiene que ser una tarea que te cueste. Cuanto más te fuerces a realizar algo por obligación, más difícil será el proceso y más desgaste de energía tendrás.
5. Guíate sobre las líneas con un indicador.
La famosa guía, dedo o lápiz para que tus ojos sigan el ritmo es vital para una lectura rápida, tienes mucho más foco en el texto cuando ayudas a tu visión a seguir un puntero que rastree las líneas. Esto solo tienes que comprobarlo y verás que la velocidad de lectura se incrementa a la vez que disminuye el esfuerzo de lectura.
Resumiendo…
Leer más rápido es una habilidad que se consigue con la práctica constante. Y si bien al principio esto te va a costar, conseguir el hábito será capital y mucho más relevante que el tiempo que dediques al día. Es mucho mejor para aprender, dedicar 10 minutos al día de forma constante, que leer un día 2 horas y no volver a hacerlo hasta pasados 5.
Una vez adquirido el hábito, que puede lograrse de media, con unos 30 días de práctica, te será realmente más fácil mantenerlo en el tiempo para convertirte en el experto que has venido a ser.
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