Conforme nuestra comunidad crece, no dejan de llegarme correos con preguntas y pidiendo consejos sobre cómo iniciarse en la lectura rápida.
Por eso, he decidido hacer una recopilación de los mejores consejos sobre lectura rápida para principiantes. Una breve guía que roza la punta del iceberg pero que contiene claves necesarias con las que notarás una mejora instantánea.
Así que si eres uno de ellos… este artículo va para ti.
(Y si no eres nuevo en la materia… ¡No te preocupes! Seguro que también te sirve para refrescar las bases, algo que nunca está de más.)
1. No subestimes NUNCA la importancia del entorno
Leer es bueno y conozco a muchas personas que aprovechan cualquier momento para avanzar en su lectura.
Este es un hábito increíblemente beneficioso, pero siempre que tengas la oportunidad, es importante que tengas tu lugar perfecto, un sitio en el que te sientas como en casa.
Lo ideal es, por supuesto, una zona tranquila y sin ruido de fondo (conversaciones, la televisión encendida, tráfico…), con buena iluminación y, si puede ser, con luz natural.
De esta manera podrás organizar mejor tus pensamientos y concentrarte. Además, adoptar una posición erguida mientras estás sentado ayudará a que tu cerebro esté más alerta.
Seguro que a ti también te gusta acurrucarte en un día lluvioso, y que tras varias horas de lectura el cuerpo empieza a resentirse, así que empiezas a buscar posturas extrañas en las que estar cómodo. Pero intenta hacer el esfuerzo.
Por último, recordarte que un entorno despejado y ordenado equivale a una mente libre de desorden.
Son cosas muy básicas y que seguro, aunque lleves en la lectura rápida un tiempo, se van olvidando por pereza. ¡Tómate el tiempo necesario para crear tu ambiente perfecto!
2. Leer más rápido = mayor y mejor comprensión
Es un hecho.
La velocidad promedia de un adulto en Europa está entre 200 y 250 palabras por minuto. No obstante, el cerebro es definitivamente más feliz a 400 palabras por minuto o más.
¿Por qué?
A esta velocidad, la información puede ser fragmentada y almacenada rápidamente en tu memoria, y la cantidad es tal que evita que te quedes perdido pensando en otras cosas. O, por ejemplo, que llegues al final de una página y no te hayas enterado de nada.
Parece contradictorio pero desde los alumnos que comienzan hasta los campeones que se dedican a competición, aseguran una mejora en la comprensión increíble.
El ejemplo más reseñable es el de la seis veces ganadora del Campeonato Mundial de Lectura Rápida, Anne Jones, que ha sido capaz de mantener sus títulos rompiendo récords leyendo 4.700 palabras por minuto con total comprensión.
¿Cuál es tu nivel de lectura?
¿Eres un lector lento, promedio o rápido? Haz ahora nuestro test de lectura y comprensión para saberlo.
3. Guía tus ojos en todo momento
Este es mi consejo favorito por múltiples razones.
Primero, es realmente sencillo: sólo tienes que usar tu dedo o un puntero para seguir el ritmo de la lectura. Igual que cuando eras un niño y estabas aprendiendo a leer.
Esto establece una conexión directa entre el texto y tus ojos que ayuda tanto en tu concentración como evitando la fatiga.
Segundo, los beneficios son prácticamente automáticos y muy notables. Enseguida notarás cómo es más fácil seguir la lectura y también podrás aumentar el ritmo, “forzando” ligeramente tus ojos a trabajar un poco más rápido de lo normal. Así te será más fácil progresar con el resto de técnicas.
4. Nada de mirar atrás
Te sorprenderá saber la cantidad de tiempo que pierdes sin darte cuenta cada vez que relees una parte del texto porque a) se te ha escapado algo, b) no lo has entendido, c) sencillamente no estabas prestando la atención necesaria.
Puedes llegar a pasar hasta un 30% del tiempo que lees sólo releyendo.
Normalmente subestimamos lo que nuestro cerebro realmente es capaz de comprender de forma inconsciente. En la mayor parte de los casos, seguir leyendo y adquirir algo más de contexto te proporciona las claves necesarias para asentar ese conocimiento.
Si has empezado a implementar la técnica del marcador, te será fácil evitar releer.
Sencillamente, continúa hacia adelante hasta el final del párrafo, página o texto. Verás que realmente no necesitas volver sobre el texto… a no ser que estés completamente distraído y no te hayas enterado de nada.
Si es así, te recomiendo que revises estos consejos y te asegures de que los pones en práctica y entrenas con ellos de forma regular.
La diferencia es notable.
5. La regla de oro: Un poco más
Está genial que quieras aprender estas técnicas y estoy seguro de que encontrarás multitud de técnicas, ayudas y consejos para mejorar.
No obstante, quiero recordarte que es importante que disfrutes de la lectura y que no pongas demasiada presión sobre ti mismo.
La lectura rápida es cuestión de práctica y a veces hay tantas técnicas a tener en cuenta que puede llegar a ser abrumador. Tómatelo con calma y empieza poco a poco.
La regla “Un poco más” se refiere sencillamente a que aumentes una palabra por minuto tu velocidad. Esa es la meta que debes fijarte: una palabra más.
Cada meta aumentará tu confianza y rendimiento, y poco a poco verás cómo tu nivel va mejorando con la práctica sin necesidad de estresarte demasiado.
Como se suele decir, Roma no se construyó en un día.
¿Ya aplicas estos 5 consejos?
Si ya aplicas estos consejos o quieres descubrir más trucos con los que adentrarte en la lectura rápida con paso firme y seguro, te recomiendo que te inscribas a la próxima clase gratuita que verás en este lateral.
¿Cuál de estos consejos es tu favorito? ¿Te es útil aplicarlo día a día?
Cuéntamelo en los comentarios. ¡Me encantará leerlo!
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