La memoria en Acción
Para comenzar, te propongo un reto: ¿Cuánto tardas en leer mentalmente estos 20 dígitos?
47 82 90 56 74 09 81 75 56 23
¿Diez segundos? ¿Siete? Seguro que si te concentras un poco puedes llegar a los 5, lo que estaría muy bien.
El campeón mundial de memoria, Ramón Campayo, puede hacerlo en tan sólo 1 segundo memorizándolos y repitiéndolos después.
¿Magia?
Para nada. Es cuestión de técnica y práctica.
En un brevísimo espacio de tiempo (1 o 4 segundos), estas personas son capaces de ‘explotar mentalmente’, usando todo su potencial para lograr algo que ahora seguramente te parezca imposible.
Y es que la memoria es una capacidad sorprendente que todos poseemos y que es de gran importancia cuidar y entrenar. Además, ‘la mente es muy agradecida’, en palabras de Ramón, y sus beneficios se expanden mucho más allá de ‘memorizar dígitos’.
Desarrollar y entrenar la memoria de esta manera no sólo permite batir récords, también estudiar de forma mucho más efectiva y en menos tiempo, procesar información con mayor rapidez y recordar todo tipo de datos, desde teléfonos hasta textos completos.
¿No es increíble?
Para lograr algo así, los grandes memorizadores entrenan años.
Pero para mantener tu memoria sana y ágil necesitas mucho menos tiempo del que estás pensando.
Las limitaciones reales de tu mente
Cuando uno observa en persona lo que estos campeones son capaces de hacer, lo más normal es pensar ‘son de otro planeta’ o ‘tienen capacidades especiales’.
Pero lo cierto es que no importa cuán alto sea su CI. Con la técnica adecuada, prácticamente cualquier persona, incluída tú, puede lograr hazañas sorprendentes.
Échale un vistazo a este diagrama:
Como ves, sin entrenamiento puedes llegar a recordar alrededor de 6 dígitos de un sólo vistazo. Este número se dispara cuando uno aplica las técnicas adecuadas.
Los alumnos de Ramón Campayo, llegan a recordar fácilmente 17 dígitos. Y hablamos de personas de todas las edades, ya que muchos de ellos superan los 40 años de edad.
¿Y cuánto tardan estos resultados? ¿Años?
Nada de eso.
En nuestro curso Memoria Ágil, donde Ramón es el maestro, hemos visto a los alumnos pasar de 6 a 10-12 dígitos en cuestión de dos meses practicando ¡menos de 20 minutos diarios!
Además, son capaces de recordar listas de 50+ palabras, memorizar textos y absorber conocimiento mucho más rápido.
Por tanto, sí que existen limitaciones pero no respecto a la capacidad de tu mente, sino a lo que creemos posible o no lograr.
La llegada de Ramón Campayo
En 2003, el récord mundial lo ostentaba Creighton Carvello, siendo capaz de recordar 13 dígitos en un segundo.
Muchos creían que ese era el límite de nuestra capacidad mental y que no se podía pasar de ahí.
Ese mismo año, sin embargo, Ramón Campayo se lanzó a la competición llegando a batir la marca con un resultado de 16 dígitos en un segundo.
Menos de una década más tarde, en 2010, ya había alcanzado la cifra de 20 y hoy en día muchos de sus alumnos se acercan.
No es por nada que a Ramón Campayo se le conoce como ‘el hombre de los 100 récords’, porque desde entonces no ha hecho más que romper marca tras marca.
Mira los siguientes retos:
- 23.200 palabras en 72 horas tras oírlas una sola vez, recordando la posición exacta de cada palabra.
- 48 binarios en 1 segundo
- 96 binarios en 4 segundos
- 17 números en 0,5 segundos
- 100 números en 50 segundos
- 34 binarios en 0,5 segundos
*Datos obtenido de la página oficial ramoncampayo.com
Tras estos datos, es fácil comprender por qué algunos de sus compañeros de oficio le llaman ‘extraterrestre’. Pero sobre todo, después de ver esto, es difícil seguir creyendo que nuestra memoria es tan limitada como creemos.
¡Su objetivo actual es alcanzar los 25 en un segundo durante el 6to Campeonato Mundial de Memoria!
La pregunta que seguro te haces estas alturas es ‘cómo’.
Si quieres saber más sobre sus técnicas de memoria, puedes leer sus mejores trucos en este artículo que escribimos anteriormente.
Cómo expandir tus capacidades mentales
La memoria no se trabaja a base de repetir y repetir como seguramente te han enseñado, sino encontrando la forma correcta de estimularla… convirtiendo el aprendizaje en un juego ligado a la imaginación.
En Memoria Ágil hemos podido observar de cerca cómo los alumnos de Ramón van superando todas las barreras, avanzando día a día hacia sus propias metas.
“Muy sencillas son las técnicas. Todos los días, media hora cada día y cuánto, no sé, dos meses […] llegas a un nivel muy alto. Y aprenderlas es muy divertido”
- asegura Graciela, Tutora en Memoria Ágil y alumna avanzada de Ramón Campayo.
Asociaciones, juegos con números y, sobre todo, el entrenamiento práctico que realiza con su programa Speed Memory, son una parte esencial en el progreso.
Y práctica, por supuesto,
Pero todos hemos oído hablar de técnicas de estudio y las hemos usado en cierta medida, en muchas ocasiones sin notar un gran cambio.
Entonces, ¿cuál es la diferencia? ¿Qué hace sus técnicas realmente efectivas?
Para ello, hay dos claves fundamentales.
Clave 1: el deseo
Cuando se fuerza a la mente a ‘aprender’ y ‘memorizar’, como suele pasar en muchas ocasiones durante la formación académica, esta ofrece una resistencia que causa frustración, estrés e inseguridades.
Algo que suele derivar en no querer sentarte frente a un libro en una larga temporada.
La clave está en parar a tiempo, dejando a la mente con la sensación de querer más. Igual que cuando lees un buen libro y al terminar el capítulo tienes la urgencia de seguir leyendo.
Ese deseo de ‘querer más’ es una fuente de motivación que te puede ayudar muchísimo.
Este es uno de los pasos fundamentales para transformar lo tedioso en entretenido y agradable, sin llegar a saturar la mente o agobiarla.
Por eso las técnicas que propone Ramón y que enseña a sus alumnos se basan en un entrenamiento de menos de 20 minutos al día. ¡Nada más!
Clave 2: la imaginación
Cuando somos niños, somos capaces de crear e inventar con nuestra mente casi sin límites. Esta misma habilidad es la que permite a Ramón y sus alumnos llegar tan lejos.
Sin embargo, muchos se sienten frustrados tras tantos años sin darle uso y cuesta volver a poner en funcionamiento esa parte olvidada.
Los beneficios de hacerlo, por otro lado, son incalculables.
Hace las técnicas de entrenamiento divertidas tanto para niños como para mayores (algo que siempre ayuda), logrando convertirlas en algo adictivo, como un juego.
Los resultados, además, no sólo se miden en la cantidad de números y matrices que sus alumnos pueden memorizar, sino en un bienestar abrumador y una confianza en uno mismo realmente envidiable.
A por su 9º título durante el Campeonato Mundial de Memoria
Con estas técnicas en las que lleva más de una década, Ramón tiene delante la oportunidad de lograr su 9º título.
Sin embargo, esto no le quita el sueño en absoluto.
Su secreto, confiesa, es una firme autoconfianza y la capacidad de no juzgarse a sí mismo sin importar el resultado. Ser el primero o el segundo no es lo que importa, sino dar lo mejor de uno mismo y disfrutar de lo que uno hace.
Él mismo asegura que “lo que yo hago puede hacerlo cualquiera siempre que entrene lo suficiente”, y así lo demuestran muchos de sus alumnos.
Su éxito como competidor y profesor se puede ver fácilmente en las listas de campeones, donde él y sus alumnos lideran la memoria rápida, sobrepasando al resto de escuelas y memorizadores del mundo.
Es una persona que derrocha sabiduría, amabilidad y, ante todo, pasión por lo que hace, y esa filosofía tan particular se refleja en su libro favorito, de entre todos los que ha escrito: ‘Ser Feliz Depende de Ti’.
¿Qué haces en tu día a día para cuidar tu memoria? Cuéntamelo en los comentarios.
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