Para comenzar, te propongo un reto: ¿Cuánto tardas en leer mentalmente estos 20 dígitos?

47  82  90  56  74  09  81  75  56  23

¿Diez segundos? ¿Siete? Seguro que si te concentras un poco puedes llegar a los 5, lo que estaría muy bien.

El campeón mundial de memoria puede hacerlo en tan sólo 1 segundo, memorizándolos y repitiéndolos después.

¿Magia?

Para nada. Es cuestión de técnica y práctica.

En un brevísimo espacio de tiempo (1 o 4 segundos), los memorizadores son capaces de ‘explotar mentalmente’, usando todo su potencial para lograr algo que ahora seguramente te parezca imposible.

¿Cómo te ayudaría a ti esto en tu día a día? En tus estudios, en tu trabajo, a la hora de recordar un número de teléfono o de apoyar a tus hijos en sus tareas. ¡O sencillamente para almacenar todo el conocimiento que devoras tanto en los libros como en internet!

¿Cuál es tu nivel de lectura?

¿Eres un lector lento, promedio o rápido? Haz ahora nuestro test de lectura y comprensión para saberlo.

Pincha aquí para comenzar el test

La importancia de la memoria a cualquier edad

La memoria es una capacidad sorprendente que todos poseemos y que es de gran importancia cuidar y entrenar. Además, ‘la mente es muy agradecida’, y sus beneficios se expanden mucho más allá de ‘memorizar dígitos’.

Una mente sana es una fuente de recuerdos y alegrías.

Desarrollar y entrenar la memoria de esta manera no sólo permite batir récords, también estudiar de forma mucho más efectiva y en menos tiempo, procesar información con mayor rapidez y recordar todo tipo de datos, desde teléfonos hasta textos completos.

¿No es increíble?

Para lograr algo así, los grandes memorizadores entrenan años.

Pero para mantener tu memoria sana y ágil necesitas mucho menos tiempo del que estás pensando. Como puedes ver aquí, un ejercicio de 10 minutos al día es más que suficiente.

Las limitaciones reales de tu mente

Cuando uno observa en persona lo que los campeones son capaces de hacer, lo más normal es pensar ‘son de otro planeta’ o ‘tienen capacidades especiales’.

Pero lo cierto es que no importa cuán alto sea su CI. Con la técnica adecuada, prácticamente cualquier persona, incluida tú, puede lograr hazañas sorprendentes. Como por ejemplo, leer libros a una velocidad extraordinaria, siendo capaz de retener la información a la perfección.

¿Por qué? Porque comprender, retener y memorizar son cualidades que van de la mano.

Échale un vistazo a este diagrama:

Como ves, sin entrenamiento puedes llegar a recordar alrededor de 6 dígitos de un sólo vistazo. Este número se dispara cuando uno aplica las técnicas adecuadas.

¿Y cuánto tardan estos resultados? ¿Años?

Nada de eso.

Cómo expandir tus capacidades mentales

La memoria no se trabaja a base de repetir y repetir como seguramente te han enseñado, sino encontrando la forma correcta de estimularla… convirtiendo el aprendizaje en un juego ligado a la imaginación.

Es algo que hemos comprobado de primera mano con nuestro alumnos de Memoria Ágil, los cuales han experimentado, tras pocas semanas de trabajo, una mejora enorme tanto en la lectura como en la comprensión.

¿Cómo?

Asociaciones, juegos con números y, sobre todo, el entrenamiento práctico que realiza con su programa Speed Memory, son una parte esencial en el progreso.

Y práctica, por supuesto.

Pero todos hemos oído hablar de técnicas de estudio y las hemos usado en cierta medida, en muchas ocasiones sin notar un gran cambio.

Entonces, ¿Cuál es la diferencia? ¿Qué hace sus técnicas realmente efectivas?

Para ello, hay dos claves fundamentales.

 

Clave 1: el deseo

Cuando se fuerza a la mente a ‘aprender’ y ‘memorizar’, como suele pasar en muchas ocasiones durante la formación académica, esta ofrece una resistencia que causa frustración, estrés e inseguridades.

Algo que suele derivar en no querer sentarte frente a un libro en una larga temporada.

La clave está en parar a tiempo, dejando a la mente con la sensación de querer más. Igual que cuando lees un buen libro y al terminar el capítulo tienes la urgencia de seguir leyendo.

Ese deseo de ‘querer más’ es una fuente de motivación que te puede ayudar muchísimo.

Este es uno de los pasos fundamentales para transformar lo tedioso en entretenido y agradable, sin llegar a saturar la mente o agobiarla.

Por eso las técnicas que propone Ramón y que enseña a sus alumnos se basan en un entrenamiento de menos de 20 minutos al día. ¡Nada más!

Clave 2: la imaginación

Cuando somos niños, somos capaces de crear e inventar con nuestra mente casi sin límites. Las historias, los cuentos y los libros nos ayudan enormemente en este paso, despertando cientos y miles de posibilidades.

Sin embargo, muchos se sienten frustrados tras tantos años sin darle uso y cuesta volver a poner en funcionamiento esa parte olvidada.

Los beneficios de hacerlo, por otro lado, son incalculables.

Por eso es importante recuperar el hábito de leer cosas nuevas, un poco cada día, logrando convertirlo en algo adictivo, como un juego.

Los resultados, además, no sólo se miden en la cantidad de números y matrices que sus alumnos pueden memorizar, sino en un bienestar abrumador y una confianza en uno mismo realmente envidiable.

Y en Lectura Ágil queremos que aprendas a reestablecer tu confianza.

Marcarse mejores propósitos es un primer paso, como la memoria y la comprensión durante la lectura, e incluso mejorar tu velocidad de lectura para ganar tiempo y conocimiento.

Con ella te será muy fácil mejorar y tener a mano consejos útiles que puedes revisar siempre que necesites. Pero no te olvides de los propósitos.

¿Qué haces en tu día a día para cuidar tu memoria? Cuéntamelo en los comentarios.

sid